lunes, diciembre 27, 2004

Blake Ross, el rostro del imparable Firefox

Es cosa seria. El arranque del Firefox 1.0 no pudo ser mejor: en un mes fue descargado por 12 millones de usuarios. El producto es un triunfo del “software libre” ya que esta construido bajo el sistema de código fuente abierto (open source).
Con sus 19 años, Blake Ross y su gente han desatado un segundo episodio en la "Guerra de los Navegadores" de Internet. Más de 12 millones de personas ya han descargado el Firefox , un programa que, por su sencillez y seguridad hace temblar al Explorer de Microsoft. Ross integra un equipo que viene trabajando en el del diseño del programa desde que abandonaron Netscape, el navegador que había dado la anterior batalla a las huestes de Bill Gates. En 2003 se integraron a la fundación sin fines de lucro Mozilla, y conformaron un grupo autónomo encargado de desarrollar un navegador con código fuente abierto (open source).
Originalmente, Mozilla era el nombre en clave del Netscape que, sepultado por el maridaje entre Windows y Explorer, decidió liberar el código fuente de la versión 4.7 de su navegador para convertirlo en un proyecto de software libre. Una comunidad de desarrolladores, encabezados por Ross se dedicó a mejorar el producto, dando a luz el proyecto Mozilla.
El 'open source', la apertura de los códigos fuente de un programa, permite a los usuarios comentar y mejorar el software. Al éxito de Linux, el sistema operativo creado por Linus Torvalds, ahora se le suma la entusiasta llegada del Firefox, convertido de la noche a la mañana en un programa masivo. “No puedo recordar otro producto 'open source' que, por ejemplo, mi madre pudiese usar”, dice Ross desde su cómodo complejo residencial junto al mar en Key Biscayne, Florida, Estados Unidos. Devenido en celebridad, asediado por los periodistas, Ross aprovecha sus vacaciones de la Universidad de Stanford para dar notas, la mejor publicidad gratuita para Firefox. El navegador, disponible en 50 idiomas, fue lanzado oficialmente el pasado 10 de noviembre. Desde entonces, no ha parado de crecer.
La semana pasada Firefox recibió su mayor impulso con un anuncio a doble página publicado en el New York Times, con la firma de más de 10 mil usuarios que donaron su dinero. Desde entonces, según Ross, las descargas aumentaron el 40 por ciento y se están registrando más de 200.000 diarias. La firma especializada OneStat reveló esta semana que las tres versiones de navegadores de Mozilla tienen el 7,3 por ciento del mercado (5% más desde mayo pasado), y las de Explorer el 88,90 por ciento (5% menos).
La última versión de Firefox tiene el 4,5 por ciento del mercado, y la meta es llegar al 10 por ciento, algo que para los expertos es perfectamente alcanzable. "Parece que la gente está haciendo el cambio", dijo Niels Brinkman, cofundador de la OneStat. Ross comenzó a interesarse en las computadoras a los siete años y lo primero que aprendió fue el lenguaje HTML para diseñar páginas web. A los 14 ya participaba en los foros de Netscape, el primer gran navegador de Internet que eventualmente perdió lo que se denomina como la "Primera Guerra de los Navegadores" ante Explorer.
En 1999, impresionado con sus aportes, Netscape invitó a Ross a participar de una pasantía de verano, durante sus vacaciones escolares. Ahí presenció cómo un buen programa era arruinado por ejecutivos y diseñadores. "El problema", relata Blake, era que Netscape, comprado por America On Line (AOL), "estaba perdiendo mucho dinero y el equipo debía probar que valía la pena (...) todos los gerentes estaban realmente muy apurados y presionados buscando una razón para sobrevivir".
Entonces, continúa, en vez de hacer un producto mejor "sólo le agregaron todo tipo de anuncios y todos esos íconos de AOL (...) era realmente una vergüenza". Explorer, integrado como un todo al sistema operativo de Microsoft, arrasó a Netscape y ganó la guerra. A la larga AOL decidió salir del mercado de navegadores y desmanteló Netscape, y Mozilla, con dos millones de dólares de la empresa, se puso a desarrollar Firefox, a cargo de Ross y un compañero, Dave Hyatt.
La primera regla: hacer sólo un navegador, sin anuncios ni otras distracciones, sencillo. "A final de cuentas creo que uno tiene un mejor producto" con los aportes de los usuarios, "quiero decir, esta es gente que está trabajando porque le gusta hacerlo, no porque le están pagando". Pero también hay un peligro, que la acogida de sugerencias se salga de control. La segunda regla: mantener un pequeño grupo de personas a cargo de las decisiones finales, que no pierdan de vista "la foto entera" de lo que se quiere.
Por ahora Ross se relaja, estudia y concede entrevistas, trabaja a tiempo parcial con Mozilla y espera a que pase el tiempo y Firefox llegue a su meta de 10 por ciento del mercado. No parece imposible.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Te canté la de Firefox hace meses Mauro. Soy un visionario.
Te acordás cuando le mandé un mail a todos para que se lo instalen?
Es lo que se llama periodismo de anticipación.
Vos deberías aprenderlo; siempre hablás o posteás leyendo el Deportivo del lunes...
Miche.

27 de diciembre de 2004, 7:47 p. m.  

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